Es increíble como te alcanza el día en los puertos con este sistema de Azamara Club Cruises de quedarse anclado hasta tarde.
No sé a qué hora exacta volvimos a tierra, pero dio tiempo a almorzar en el barco, tomar una siestecita y volver a puerto tomando fotos de nuevo por todos lados, no vaya ser que se nos pasó algo esta mañana, pero de todas maneras con otra perspectiva que posiblemente no captamos la primera vez. El estar todo el día en puerto es una maravilla para poder conocer y disfrutar.
No sé a qué hora exacta volvimos a tierra, pero dio tiempo a almorzar en el barco, tomar una siestecita y volver a puerto tomando fotos de nuevo por todos lados, no vaya ser que se nos pasó algo esta mañana, pero de todas maneras con otra perspectiva que posiblemente no captamos la primera vez. El estar todo el día en puerto es una maravilla para poder conocer y disfrutar.
Patricia se nos perdió y bajamos solos Luis S., Alcia y quién les cuenta, incluso en una lancha sola para nosotros, con intención de seguir caminando, ahora por el puerto deportivo en la parte baja y en la noche volver a la Ciudad Vieja, pero al salir de la lancha nos encontramos con Gaby y Adriana que a todo pulmón nos gritan “…no dejen de ir a las cuevas…es un espectáculo…no se lo pierdan..en la calle por el puerto consiguen la lancha…” y dicho y hecho, a caminar por el puerto hasta toparnos con quién nos ofrezca el servicio, y por fin apareció, entre tiendas, restaurantes, kioscos y un sinfín de embarcaciones de todo tipo, ahí estaba nuestro proveedor de servicio, con breve explicación del recorrido y el costo, pagamos los tres puestos y esperamos unos 15 minutos que regresara la lancha.

Llegada la hora comenzamos nuestro viaje en una embarcación robusta con unos 5 o 6 pasajeros más, así que vamos bastante cómodos pudiendo ir dentro resguardados de la fresca brisa, o en la proa al aire libre.

Salimos primero hacia la izquierda teniendo de frente al majestuoso Azamara Cruises y nos vamos acercando a los acantilados para comenzar a ver una gran cantidad de cuevas naturales algunas acondicionadas por el hombre para las batallas y proteger la ciudad de invasiones, pero la mayoría son producto de siglos de trabajo del mar contra la roca que permite dejar curiosas formas y fondo de agua turquesa.

En este punto nos devolvemos y logramos tomar muchas más fotos del barco, pasar por la entrada del fiordo y el Faro de Madonetta, para seguir hacia el otro lado y entrar, aunque a primera vista parece imposible que la lancha pase, en la Gruta de Sdragonato, fascínate su entrada y su interior con aguas turquesas de claridad absoluta y con entrada de luz desde su parte superior que la hace resplandecer más aún.
De regreso ya al puerto, el barco de nuevo de frente mientras un ferry entra a puerto y detrás en las alturas, en lo alto de la montaña, la cruz sobre la roca indicando el lugar de la “Ermitage de la Trinité”, o Ermita de La Trinidad.
Buena experiencia y agradecimiento a quienes nos lo recomendaron. De vuelta a puerto buscamos la otra alternativa de subir, el trencito que les mencioné esta mañana y que vimos en algunas fotos, para dar vuelta en el cementerio marítimo y bajarnos en la plaza frente a la oficina de turismo que estaba cerrando en ese preciso momento. El popular vehículo turístico sale de la misma parad de buses en la parte final del fiordo y sube por la Av. General de Gaulle hasta entrar por la Puerta de Francia en la ciudad amurallada.
Al bajarnos, Luis S. nos abandona, así que Alicia y yo dimos unas vueltas esperando que oscureciera, y para no aburrirlos con nuestro recorrido familiar, les cuento que volvimos a las Plazas Manicchela y Market para disfrutar del paisaje del atardecer con vistas nuevas del Azamara Journey, el “Grano de Arena”, la base militar y el Faro de Pertusato al final de la península del mismo nombre.

Ahora sí, pega el hambre y nos llamó la atención probar una “pizza francesa”, que acompañada con una cerveza local resultó cubrir las expectativas mientras se iban encendiendo las luces de los locales y los reflectores de la murallas, que les confieso que eso si no cubrió mis expectativas, así que nos fuimos s la parado del trencito donde nos percatamos que solo trabaja hasta las 7 de la noche y por lo tanto hay que volver a pie de nuevo justificando la caminata para bajar la pizza.

Lamento haberme perdido la música de “ABBA Dance Party” hoy a las 10:45, pero a ambos se nos olvidó aunque se que la mayoría del grupo participó como nos contaran las vecinas, pero en fin, no todo se puede hacer, pero eso certifica que a bordo de un barco de Azamara Club Cruises jamás te aburrirás, porque aunque esté en puerto, siempre se mantienen diversas actividades a bordo, incluso hoy estaba la ópera en la piscina con Judy Lombino, música en diferentes ambientes y hasta la fiesta de salida en el Cabaret Lounge con el director d ecruceros Eric De Gray.
La GALERÍA FOTOGRÁFICA solo incluye actividades en puerto por razones obvias, pero cuando alguno o alguna compañera de viaje nos haga llegar sus fotos, las incluiremos en el blog para enriquecer su contenido. Hora de dormir, que mañana llegamos a la isla al sur Cerdeña.
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